No te detengas ahora
Estaba casi temblando y me sentí sonrojada, su presencia era abrumadora y cálida, sus ojos eran café medio, profundos, profundos casi sin fondo como que veías a un barranco que sabes que tiene fondo pero está tan lejos, tan oscuro tan escondido que no estas seguro si lo que hay abajo es el suelo o simplemente continua y continua.
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